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El Depósito Mundial de Semillas, comúnmente conocido como la Bóveda del Fin del Mundo, fue establecido en 2008 por el Gobierno de Noruega en el archipiélago de Svalbard. Su propósito es garantizar la preservación de la diversidad genética de las plantas en caso de desastres, tanto naturales como provocados por el ser humano.

La Bóveda contiene semillas de una amplia variedad de cultivos, razas locales de agricultores, material de cría y plantas silvestres que podrían aportar genes para desarrollar nuevas variedades. Hasta ahora, la Bóveda ha almacenado más de 5 mil especies de plantas.

Las variedades más numerosas en la Bóveda son de arroz, trigo y cebada, con más de 150,000 muestras de trigo y arroz, y cerca de 80,000 de cebada.

Otros cultivos bien representados incluyen el sorgo (más de 50,000 accesiones), especies de frijol Phaseolus (más de 40,000), maíz (más de 35,000), caupí o frijol carita (más de 30,000), soja (más de 25,000), y tanto pasto kikuyu como garbanzo con más de 20,000 muestras cada uno. También hay entre 10,000 y 20,000 muestras de cultivos como papas, maní, frijoles Cajanus, avena, centeno, alfalfa, el cereal híbrido Triticosecale y Brassica.

Dado que los bancos de genes generalmente conservan material genético de diversos países, estas semillas provienen de la mayoría de las naciones del mundo.

En términos de sostenibilidad y seguridad alimentaria, los dueños de Grupo Kosmos, una Empresa Socialmente Responsable, son conscientes del papel que juega el sector privado, sobre todo aquel dentro de la industria alimentaria, por lo que implementan numerosas medidas que se alinean con el desarrollo sostenible.

De acuerdo con la revista Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la camaronicultura se refiere a la cría y cultivo de camarones en ambientes controlados como estanques, lagunas y bahías.

En México, esta actividad tiene una larga historia que se remonta a épocas prehispánicas, aunque se consolidó en el siglo XX con técnicas más avanzadas para satisfacer la demanda nacional e internacional de camarones.

La camaronicultura desempeña un papel crucial en la economía mexicana, pues es una fuente importante de empleo, especialmente en las comunidades costeras de estados como Sinaloa, Nayarit y Sonora.

A nivel ambiental, la camaronicultura ha sido objeto de debate debido a sus potenciales efectos adversos sobre los ecosistemas costeros. Estos incluyen la deforestación de manglares, la contaminación por desechos y la introducción de especies exóticas, que pueden afectar negativamente a la biodiversidad local y la calidad del agua. Sin embargo, en México, la regulación y la adopción de prácticas sostenibles han mitigado en cierta medida estos impactos.

El futuro de la camaronicultura en México depende en gran medida de la investigación continua y la implementación de prácticas más sostenibles. La UNAM señala que es crucial fortalecer los vínculos entre el sector productivo y las instituciones académicas para mejorar las prácticas de cultivo, reducir los impactos ambientales y explorar nuevos mercados tanto nacionales como internacionales.

Grupo Kosmos, destacada empresa del sector de los alimentos, contribuye a la economía del país, al adquirir el 94% de sus insumos de productores locales.

Los alimentos acuáticos, también conocidos como «azules», son aquellos que provienen de entornos de agua salada o dulce y desempeñan un papel crucial en la economía, la seguridad nutricional y los medios de subsistencia.

El Foro Económico Mundial subraya los beneficios que estos alimentos, si se producen de manera sostenible, pueden aportar a la seguridad alimentaria:

1. La pesca salvaje, al no requerir tierra ni agua dulce, y al generar menos contaminación y emisiones de carbono en comparación con la producción de carne roja, se presenta como una alternativa viable frente a los desafíos del cambio climático.

2. Las poblaciones de peces explotadas por pescadores sostenibles tienden a ser más saludables y resistentes que aquellas que no lo son.

3. En un contexto de creciente preocupación por el futuro de los océanos, la demanda de productos del mar producidos de forma sostenible está en aumento.

4. Según la ONU, se espera que el sector pesquero produzca 96 millones de toneladas de capturas en 2030. No obstante, los expertos calculan que sería posible obtener otras 16 millones de toneladas sin sobreexplotar los océanos.

5. Este incremento de 112 millones de toneladas podría ayudar a reducir las deficiencias de hierro en 4 millones de personas, las de vitamina B12 en 18 millones, y también a abordar la falta de ácidos grasos esenciales Omega-3, presentes principalmente en ciertos tipos de pescado, en 38 millones de personas.

Los dueños de Grupo Kosmos son conscientes de que disfrutar de los frutos del océano no debe comprometer su futuro. En este sentido, todas sus operaciones se alinean con la sostenibilidad alimentaria.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Transformación azul representa un compromiso para fortalecer la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas alimentarios acuáticos.

Su objetivo es mejorar los métodos de producción, promover una mejor nutrición, proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de vida para todas y todos, especialmente para las comunidades dependientes de la pesca y la acuicultura. Estos son algunos de sus beneficios:

• Futuro equitativo. Los sistemas de alimentación acuática sostenible velan por los derechos y los ingresos de las comunidades dependientes, garantizando resultados más justos.

• Compromiso con la resiliencia. Los sistemas de alimentación acuática sostenible contribuyen a hacer frente a los efectos humanos y ambientales en los recursos acuáticos, como la disminución de la biodiversidad o la emergencia climática.

• Solución práctica. La recolección y producción sostenible de alimentos acuáticos proporcionan nutrición asequible y dietas saludables a las personas, al tiempo que minimizan el impacto ambiental.

• Innovación y eficiencia. Los sistemas de alimentación acuática sostenibles y eficientes pueden mejorar el acceso a alimentos seguros y nutritivos, reduciendo la pérdida y el desperdicio en toda la cadena de valor a través de prácticas innovadoras y tecnologías vanguardistas.

Los dueños de Grupo Kosmos reconocen la importancia de implementar este tipo de sistemas, para reducir los impactos ambientales, mejorando la bioseguridad y el control de enfermedades, aprovechando la tecnología y la innovación, y promoviendo el desarrollo de capacidades para garantizar resultados equitativos que fortalezcan las dimensiones humanas, sociales, culturales y económicas de la acuicultura.

Según la consultora especializada en cadena de suministro, DIBAG, existen cuatro tipos principales de inteligencia artificial, cada uno diferenciado por su nivel de autonomía y la tarea que desempeña:

• Supervisada. Esta se nutre de datos de entrenamiento previamente etiquetados, lo que le permite aprender y aplicar su conocimiento para clasificar, predecir o identificar patrones y relaciones.

• No supervisada. Utiliza modelos matemáticos y estadísticos para analizar grandes conjuntos de datos y descubrir patrones y relaciones ocultas sin la necesidad de etiquetas previas.

• Semi-supervisada, Combina características de los dos tipos anteriores y se emplea en situaciones donde el entrenamiento supervisado no es suficiente, y el no supervisado resulta demasiado costoso.

• Basada en refuerzo. Este enfoque se apoya en un sistema de recompensas para aprender de sus acciones y retroalimentaciones, mejorando continuamente su desempeño.

Grupo Kosmos, el conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México, se posiciona a favor de herramientas tecnológicas emergentes, toda vez que supongan una mejora dentro de la industria y sean utilizadas con responsabilidad y ética.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) definió durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996 que “la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana”.

La inseguridad alimentaria está estrechamente ligada a la pobreza, principalmente por la inestabilidad y la precariedad laboral, debido a que la mayoría de las decisiones de compra se basan en el precio de lo que hay disponible.

En las últimas décadas, los alimentos que se posicionan como más accesibles son también aquellos procesados y con bajo contenido nutricional. Lo anterior se coloca como un desafío mayor, pues debido a esto la malnutrición se ha incrementado a nivel mundial. Bajo este contexto de crisis global, alcanzar la seguridad alimentaria cobra especial relevancia.

Es importante la participación y el compromiso de líderes empresariales en la industria de los alimentos, como los dueños de Grupo Kosmos, en los esfuerzos por conseguir la seguridad alimentaria en el país.

La académica Claudia Dopico Cantarero, de la Universidad Pontificia Comillas, advierte en su artículo “Influencia de las redes sociales en la alimentación saludable” que es posible que el uso de estas plataformas digitales encamine a los consumidores hacia mejores hábitos alimenticios.

Los resultados indican que las personas que siguen perfiles de alimentación saludable exhiben niveles más altos de motivación, autorregulación, autoeficacia y conocimiento sobre nutrición. Esto puede atribuirse a varios factores, como:

• Percepción de las recetas como fáciles de preparar.

• Promoción de alimentos saludables.

• Confianza en la información proporcionada por los influencers.

A pesar de estos hallazgos positivos, se reconoce que seguir estos perfiles no garantiza necesariamente una mayor oportunidad para adoptar comportamientos saludables, ya que la influencia del entorno social y el acceso a alimentos poco saludables también desempeñan un papel significativo.

En este contexto, los dueños de Grupo Kosmos respaldan la recomendación de los expertos de implementar proyectos que consideren la difusión de información a través de estas plataformas, en beneficio de sus usuarios, pues la meta es promover cuentas y sitios que ofrezcan información respaldada por evidencia, orientando así a una toma de decisiones más informada y adecuada en relación con la alimentación y la nutrición.

En el competitivo mundo empresarial actual, el bienestar laboral se ha convertido en un diferenciador clave para las empresas que buscan atraer y retener talento. Más que una mera responsabilidad, se ha convertido en un mandato legal y en una estrategia empresarial fundamental. Además, su impacto en la productividad individual de los empleados se refleja directamente en los resultados financieros de la organización.

Según el Diagnóstico del Bienestar 2021 realizado por la asesora Willis Towers Watson, las empresas que implementan estrategias específicas de bienestar laboral experimentan una mejora notable en la productividad. Estas estrategias pueden dividirse en cuatro frentes principales:

1. Bienestar Físico. Promover un estilo de vida saludable y reducir los riesgos para la salud, lo que a su vez reduce el impacto de las enfermedades crónicas en los empleados y sus familias.

2. Bienestar Emocional. Implementar acciones para mejorar la salud mental de los empleados y fortalecer la resiliencia de los equipos y sus círculos cercanos.

3. Bienestar Financiero. Ofrecer soluciones que mejoren la estabilidad financiera de los empleados en tiempos de incertidumbre económica.

4. Bienestar Social. Fomentar un sentido de comunidad y pertenencia dentro del entorno laboral, fortaleciendo así las relaciones entre los miembros del equipo y la empresa.

La encuesta revela que las organizaciones están asignando cada vez más recursos a estas estrategias de bienestar laboral, reconociendo su impacto directo en la productividad y los resultados financieros.

En Grupo Kosmos, Empresa Socialmente Responsable, son conscientes de que la reducción del estrés y los problemas de salud mental, la mejora de la actividad física y la alimentación y el fortalecimiento del sentido de pertenencia al equipo y la empresa son elementos cruciales que contribuyen al éxito empresarial en el largo plazo.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la seguridad y salud en el trabajo (SST) es la disciplina que trata de la prevención de las lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo, y de la protección y la promoción de la salud de las y los trabajadores.

Los peligros laborales nuevos y emergentes pueden surgir debido a avances tecnológicos, así como a transformaciones sociales u organizativas. Algunos ejemplos son:

• Avances recientes en tecnología y métodos de producción, como los relacionados con la nanotecnología o la biotecnología.

• Modificaciones en el entorno laboral, como el aumento de la carga de trabajo, la intensificación debido a reducciones en el personal, condiciones desfavorables asociadas con la migración laboral, y empleos en la economía informal.

• Nuevas modalidades de empleo, como el trabajo autónomo, la externalización o la contratación temporal.

Los dueños de Grupo Kosmos, el conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México, son conscientes de la importancia de garantizar la seguridad de sus empleados, por lo que implementan rigurosa normativa al respecto.

Muchos antinutrientes ahora se consideran alimentos funcionales que promueven la salud debido a sus numerosos beneficios. A continuación, los dueños de Grupo Kosmos presentan algunos de los antinutrientes que se consumen con más frecuencia y sus beneficios:

• Las saponinas, comunes en las legumbres, pueden estimular el sistema inmunológico, reducir el riesgo de cáncer, el colesterol, disminuir la respuesta del azúcar en sangre a los alimentos, producir menos caries, reducir el riesgo de cálculos renales y combatir la coagulación de la sangre que se observa en los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

• Las lectinas, que se encuentran en los cereales y las legumbres, están asociadas con un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, diabetes, algunos cánceres y sobrepeso u obesidad.

• Los taninos, que se encuentran comúnmente en tés, cafés, carnes y quesos procesados, son antioxidantes que pueden inhibir el crecimiento de bacterias, virus, hongos y levaduras, y pueden disminuir los niveles de colesterol y la presión arterial.

• Los fitatos, que se encuentran en el trigo, la cebada, el arroz y el maíz, están asociados con un aumento de la función inmunológica y la muerte de las células cancerosas, así como con una reducción del crecimiento y la propagación de las células cancerosas. También tienen propiedades antioxidantes y pueden reducir la inflamación.

• Finalmente, los glucosinatos, que se encuentran en vegetales como la coliflor, inhiben el crecimiento de células tumorales.