Empresario y filántropo, distinguido por su calidad humana, con gran disposición de ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad, son las palabras que describen a Pablo Landsmanas, quien encontró su segunda patria en México, lugar en el que construyo una de las empresas más grandes y reconocidas de la industria de alimentación, siempre regido bajo los valores de la honestidad, empatía, tenacidad, precisión y formalidad, los cuales aún siguen vigentes gracias a la Fundación que honra su memoria.