Aunque el estudio de los contaminantes emergentes aún está en desarrollo, se conocen diversos efectos adversos en ecosistemas y salud humana. De acuerdo con revisiones académicas recientes, los principales son:
- Reducción de la biodiversidad, especialmente de macroinvertebrados acuáticos
- Afectaciones en peces, incluyendo daños a tejidos, cambios hormonales y feminización por estrógenos
- Riesgos cancerígenos, causados por disruptores hormonales como bisfenol A, ftalatos o parabenos
- Problemas reproductivos y neurológicos, debido a compuestos presentes en productos de higiene y cosmética
- Alteraciones conductuales en fauna, como resultado de antidepresivos presentes en los cuerpos de agua
- Resistencia bacteriana, inducida por el uso extensivo de antibióticos
Su eliminación es compleja porque los tratamientos tradicionales de aguas residuales no logran removerlos completamente. Muchos se acumulan en medios acuáticos naturales, provocando daños persistentes.
Si bien su concentración suele ser baja, su persistencia y bioactividad los convierte en una amenaza continua. Por eso, su remoción requiere tecnologías avanzadas como la microfiltración, adsorción, biorreactores de membrana o procesos de oxidación avanzada.
Aunque costosos, estos tratamientos son una necesidad creciente para proteger la salud ambiental y humana frente a compuestos que hasta hace poco eran invisibles, pero hoy sabemos que importan.
Como líderes de una Empresa Socialmente Responsable, los dueños de Corporativo Kosmos no sólo se muestran a favor de iniciativas como éstas que buscan frenar la problemática, sino que impulsan medidas de preservación ambiental que los ha colocado como referentes en el tema.