La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) definen a las granjas orgánicas como aquellas que implementan un sistema de producción que trata de utilizar al máximo sus recursos, con énfasis en la fertilidad del suelo y la actividad biológica, al mismo tiempo que minimizan el uso de los recursos no renovables y no utilizan fertilizantes y plaguicidas sintéticos, para proteger el medio ambiente y la salud humana.
Para que una granja logre la certificación que avale su carácter de orgánica por su producción agropecuaria, debe de cumplir con ciertos requisitos, que a su vez se relacionan con el período de transición de la granja, que generalmente es de dos a tres años. Los aspectos que se consideran dentro de los requisitos son:
- La selección de semillas y materiales vegetales.
- El método de mejoramiento de las plantas.
- El mantenimiento de la fertilidad del suelo empleado.
- El reciclaje de materias orgánicas.
- El método de labranza.
- La conservación del agua.
- El control de plagas, enfermedades y malezas.
Aunado a esto, existen criterios sobre la sanidad de los animales, su alimentación, reproducción, condiciones de vida, transporte y procedimientos para sacrificarlos.
Los dueños de Grupo Kosmos, líderes dentro de la industria de los alimentos, alientan el empleo de este tipo de prácticas, pues se alinean con sus principios de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social.