La enfermedad renal crónica puede desencadenar complicaciones que afectan varios sistemas del cuerpo. Algunas de las más frecuentes, según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK), son:
- Presión arterial alta. Los riñones dañados no regulan adecuadamente el volumen de líquidos, lo que puede elevar la presión arterial. Limitar el sodio y los líquidos ayuda a controlar este problema.
- Enfermedades cardíacas. La hipertensión y la diabetes, causas comunes de daño renal, también aumentan el riesgo cardiovascular.
- Anemia. Los riñones dañados producen menos eritropoyetina, una hormona que estimula la creación de glóbulos rojos, causando debilidad y fatiga.
- Trastornos óseos. El desequilibrio de calcio y fósforo afecta la densidad ósea, provocando dolor, fragilidad y picazón.
- Desnutrición. La pérdida del apetito o la aversión a la comida dificultan una nutrición adecuada.
- Picazón. Común en estos pacientes, puede deberse a piel reseca o exceso de fósforo en sangre.
Estas afecciones pueden prevenirse o aliviarse con una dieta diseñada específicamente para las necesidades de la persona con insuficiencia renal.
Consciente de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los pacientes con este padecimiento, la familia Landsmanas, a través de su brazo filantrópico, la Fundación Pablo Landsmanas (FPL), donó despensas de alimentos a familiares de infantes con esta enfermedad.