El Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC) y la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) destacan las siguientes proteínas alternativas en el panorama actual de la industria:
- Sustitutos vegetales. Productos a base de ingredientes vegetales que imitan el sabor, textura y apariencia de la carne.
- Carne cultivada en laboratorio. Carne obtenida a partir de células madre de animales, diseñada para replicar la carne tradicional sin la necesidad de criar animales, lo que reduce el impacto ambiental.
- Insectos comestibles. Insectos como grillos, langostas y gusanos de harina, ricos en proteínas y sostenibles, con un alto valor nutritivo.
- Micoproteínas. Proteínas derivadas de la fermentación de hongos filamentosos, utilizadas como alternativas a la carne debido a su alto contenido proteico.
- Algas. Microorganismos ricos en proteínas, como la espirulina, que pueden contener hasta el 70% de proteína en peso seco, con un gran potencial para la producción sostenible.
- Legumbres y semillas. Fuentes vegetales tradicionales de proteínas, con alto valor nutricional y versátiles en su uso para reemplazar productos animales.
En el caso particular de México, la Universidad Anáhuac señala que existen numerosas especies vegetales con alto contenido proteico, como el amaranto, la chía, algunas variedades del maíz y ciertas leguminosas, por lo que el país tiene una gran posibilidad de jugar un papel central como productor de proteínas alternativas en el futuro.
En este sentido, los dueños de Grupo Kosmos, que cuentan con un gran expertise en la industria alimentaria, se congratulan de impulsar el desarrollo económico nacional, al ser uno de los líderes del sector, gracias a la implementación de buenas prácticas que aseguran la inocuidad y calidad de sus productos.