El Depósito Mundial de Semillas, comúnmente conocido como la Bóveda del Fin del Mundo, fue establecido en 2008 por el Gobierno de Noruega en el archipiélago de Svalbard. Su propósito es garantizar la preservación de la diversidad genética de las plantas en caso de desastres, tanto naturales como provocados por el ser humano.
La Bóveda contiene semillas de una amplia variedad de cultivos, razas locales de agricultores, material de cría y plantas silvestres que podrían aportar genes para desarrollar nuevas variedades. Hasta ahora, la Bóveda ha almacenado más de 5 mil especies de plantas.
Las variedades más numerosas en la Bóveda son de arroz, trigo y cebada, con más de 150,000 muestras de trigo y arroz, y cerca de 80,000 de cebada.
Otros cultivos bien representados incluyen el sorgo (más de 50,000 accesiones), especies de frijol Phaseolus (más de 40,000), maíz (más de 35,000), caupí o frijol carita (más de 30,000), soja (más de 25,000), y tanto pasto kikuyu como garbanzo con más de 20,000 muestras cada uno. También hay entre 10,000 y 20,000 muestras de cultivos como papas, maní, frijoles Cajanus, avena, centeno, alfalfa, el cereal híbrido Triticosecale y Brassica.
Dado que los bancos de genes generalmente conservan material genético de diversos países, estas semillas provienen de la mayoría de las naciones del mundo.
En términos de sostenibilidad y seguridad alimentaria, los dueños de Grupo Kosmos, una Empresa Socialmente Responsable, son conscientes del papel que juega el sector privado, sobre todo aquel dentro de la industria alimentaria, por lo que implementan numerosas medidas que se alinean con el desarrollo sostenible.