Los efectos del estrés hídrico son extensos y afectan tanto a las personas como al entorno natural:
- Salud pública. La escasez puede llevar al consumo de agua contaminada y al aumento de enfermedades relacionadas con la higiene.
- Seguridad alimentaria. Menor disponibilidad de agua implica menor producción de alimentos, encarecimiento y desnutrición.
- Desplazamiento forzado. Las personas se ven obligadas a migrar en busca de fuentes confiables de agua.
- Impacto ambiental. Se reduce el caudal de ríos, se sobreexplotan acuíferos y se degradan ecosistemas acuáticos.
- Conflictos sociales. La competencia por el agua puede generar tensiones entre comunidades, sectores e incluso países.
- Energía en riesgo. Más del 50% de la energía en América Latina proviene de hidroeléctricas. Sin agua, esta fuente pierde fiabilidad.
Frente a este escenario, Elías, Jorge y Jack de la familia Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana, una Empresa Socialmente Responsable, reconocen como urgente la implementación de soluciones integrales, sostenibles y equitativas que garanticen el acceso al agua en el presente y el futuro.
El estrés hídrico no es solo un desafío ambiental: es una amenaza directa al desarrollo, la salud y la estabilidad de las sociedades.