Entre las prácticas agropecuarias, la ganadería y el uso de fertilizantes nitrogenados son dos de los principales generadores de dióxido de carbono (CO2) y otros GEI.
Bajo este contexto y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las legumbres se presentan como una alternativa sostenible gracias a las siguientes razones:
- Capturan carbono en los suelos. Las legumbres tienen la capacidad de mejorar la absorción de carbono en el suelo. Esto significa que las emisiones naturales de CO2 pueden ser parcialmente capturadas por la tierra productiva.
- No requieren fertilizantes nitrogenados. Tienen la capacidad de fijar el nitrógeno directamente de la atmósfera, al almacenarlo en sus raíces e integrarlo al suelo. Esto reduce la necesidad de fertilizantes nitrogenados.
- Consumen menos agua. El agua dulce es uno de los recursos más preciados y escasos en muchas regiones del mundo. Las legumbres necesitan menos agua para crecer en comparación con otros cultivos alimentarios, lo que las convierte en una opción ideal para zonas de secano y regiones afectadas por sequías recurrentes.
- Resisten condiciones climáticas extremas. A diferencia de muchos otros cultivos, las legumbres son altamente resistentes a condiciones adversas como sequías prolongadas e inundaciones. Esta capacidad de adaptación evita la erosión y el agotamiento de los suelos.
Los dueños de Corporativo Kosmos, líderes en servicios de alimentación en México, reconocen que es crucial destacar el papel que este grupo de alimentos juega no solo en la nutrición y la seguridad alimentaria, sino también en la lucha contra el cambio climático.