Los conservadores obstaculizan la proliferación de microorganismos o bacterias, causantes de intoxicaciones alimentarias peligrosas para el organismo. Lo anterior, gracias a que actúan sobre la célula del microorganismo, ya sea que destruyan su membrana, inactiven sus enzimas o ataquen su estructura genética. Algunas técnicas de conservación caseras son:
- Congelar. Éste es uno de los métodos de conservación más simples, aunque también de los más nutritivos, pues permite conservar los alimentos cuando se encuentran con su máximo valor vitamínico, además de que no se agrega azúcar ni sal. Mantiene en buen estado los alimentos aproximadamente de tres a seis meses.
- Encurtir. Consiste en contener frutas y verduras en salmuera, vinagre, con al menos 5% de ácido acético, condimentos y, a veces, azúcar. Es importante tomar en cuenta que el encurtido varía, según el alimento que se desea conservar.
- Envasar a presión. Mediante frascos de vidrio, tapas y aros para éstas últimas, es necesario contar con una máquina envasadora para llevar a cabo el proceso mediante el cual los frascos, llenos con el alimento a conservar, se calientan para matar los microorganismos, con lo que pueden llegar a durar hasta dieciocho meses.
- Envasar en baño de agua caliente. Alimentos ácidos, como tomates, encurtidos y mermeladas de fruta, pueden someterse a este procedimiento al envasarse y procesarse en una olla grande con agua hirviendo o una envasadora de vapor.
- Deshidratar. A pesar de que este método puede disminuir la cantidad de nutrientes de algunos alimentos, resulta un proceso sencillo que únicamente requiere de horno o incluso el sol, aunque también existen máquinas deshidratadoras a costos accesibles.
Corporativo Kosmos es consciente de la importancia de métodos de conservación efectivos, pues contribuyen a mejorar el acceso a alimentos de la población, así como a prevenir enfermedades causadas por el consumo de alimentos en mal estado.